¿Están las ferias en crisis?
Los últimos estudios de AUMA ( www.auma.de ) no parecen indicarlo, al contrario, hablan de como las ferias están recuperando protagonismo entre las diferentes partidas del presupuesto de marketing de las empresas, y sobretodo las Ferias Internacionales.
Pero de lo que no cabe duda es que las ferias que se celebran en estos momentos se celebran en un ecosistema empresarial en crisis y obviarlo es algo más que estúpido, ¿sirve estupidisimo?
Las ferias deben adaptarse a la crisis, no es necesario que se reinventen para dejar de ser ferias y ser otra cosa, no, por favor, las queremos como son, las queremos como reflejo de una necesidad que se da desde que el hombre empezó a mercadear, las ferias son reunir oferta y demanda en el espacio tiempo para realizar negocios.
Pero eso sí, las ferias deben entender el mercado y los expositores deben ser más exigentes con quienes las organizan, la indulgencia de los expositores en tiempos de bonanza económica se ha acabado, en estos momentos las empresas necesitan optimizar sus recursos y ser eficientes, bendita crisis que nos ha puesto a todos en nuestro sitio!.
En tiempos de bonanza no optimizamos recursos y ahora esos dispendios nos pasan factura, a todos, que un servidor también ha cometido, comete y seguirá cometiendo grandes errores.
¿No había acaso señales de la que se avecinaba?
La verdad es que la palabrita es omnipresente en todos los medios, la crisis, algo así como el lobo de caperucita roja, por supuesto que está aquí, por supuesto que está encima, pero señores no es que nos haya pillado por sorpresa, es que nos hemos dejado pillar como auténticos burgueses embebidos de soberbia.
Por ponerle un nombre a esta crisis me ha dado por llamarla la Crisis de Babel, por qué en el fondo es exactamente igual que la historia bíblica.
Dios castigó a su pueblo por su soberbia, sus ganas de construir una torre tan alta que llegara hasta sus celestes dominios provocó la ira de Dios y éste decidió castigarlos confundiendo sus lenguas y haciendo que cada uno de ellos hablara en un idioma que sólo para él fuese inteligible.
Esa profusión de lenguas y el desorden que provocó acabó con la torre que quedaría inconclusa y abandonada.
Pues la economía, que viene a ser en el siglo XXI lo que Dios era en los anteriores, nos ha castigado con una crisis que tiene las dimensiones de una plaga bíblica y no sin antes avisarnos y hacerle nosotros oídos sordos.
Es probable que economistas de reputado prestigio, premios nobeles y pensadores nos digan que la crisis es inevitable, que es cíclica, pero esta tiene toda la pinta de ser tan perenne como la estupidez.
Las ferias son uno de los mejores canales para empezar a exportar
Pero no desesperemos, no le tengamos miedo a los cambios, y sobretodo no le demos la espalda a las ferias, las ferias Internacionales, salir a buscar nuevos mercados es uno de los caminos más seguros para salir adelante.
A los expositores les recomendaría que analizaran muy bien cual es la próxima feria en que exponer, que no se echen para atrás, que las ferias les ayudarán a salir de este caos, pero que las ferias solas no podrán, que requiere también mucho esfuerzo y sacrificio y optimizar los costes y mirar hasta por el último céntimo.
A los Organizadores les pido que aprendan, que dejen de construir más recintos y pabellones que parecen Ramsés II y se concentren en rentabilizar los recintos que ya existen, porqué, al menos en España, sobran recintos y faltan expositores y sobretodo compradores, por qué señores Organizadores, si consiguen atraer a compradores nacionales e internacionales los expositores se multiplican y si la calidad de la exposición mejor los compradores vienen, es un bucle infinito hacia el éxito o el infierno, cambien por favor la tendencia.